Buenas! Que tal? Como recordareis hace unos días os comenté que me había comprado una Dreamcast y que también había conseguido unos mandos muy bien de precio pero sucios y asquerosos.
Como le tengo mucho cariño a mis manos y a las cosas que voy comprando decidí que la mejor manera de empezar nuestra larga relación era limpiándolos para evitar que una horda de bichos mutantes colonizaran mi habitación. Os recuerdo el estado en el que llegaron a mi.
Uno de ellos (el de la izquierda) estaba en mejor estado pero la suciedad que traía era más inquietante así que será el que os enseñaré.
Sin necesidad de abrir el mando ya se veía que no había estado en una atmósfera demasiado saludable. Los conectores de las tarjetas de memoria presentaban una especie de telarañas revenidas rematadas con unas bolitas negras que podían ser cualquier cosa...
El mando de la Dreamcast es muy fácil de abrir, solo hay que quitar los 6 tornillos que se ven en la parte posterior del mando y tirar. Las palancas traseras van cogidas a la placa, por lo que no hay peligro de que se caigan los botones. Al abrir el mando el interior no resultó demasiado mejor que el exterior. En la parte trasera del mando había una especie de gusano fosilizado (que dios lo tenga en su gloria). La placa estaba bastante bien, a excepción de los conectores de la tarjeta de memoria.
Para separar la placa de la parte delantera del mando hay que quitar un tornillo o dos y luego un par mas para soltar el plastico que sirve de guia a las tarjetas de memoria.
Una vez todo suelto empezaremos limpiando la parte de la placa. En este caso todos los botones funcionaban correctamente pero ya que abrimos mejor hacer el trabajo completo. Retiraremos con cuidado las "gomas" y el stick y limpiaremos la placa ayudándonos de un algodón impregnado en alcohol. Yo utilizo discos desmaquillantes ya que son compactos y no van dejando pelusilla. También limpiaremos el stick y las "gomas" con el mismo algodón. Hay que poner especial atención a la parte de las gomas que tocan la placa y que son de color negro, ya que son las encargadas de transmitir nuestras pulsaciones.
Una vez tenemos la placa limpia vamos a la parte más divertida, el baño de agua caliente! Esta parte no tiene secreto, agua caliente, jabon neutro (yo utilizo el de las manos del lavabo) y un cepillo de dientes, a poder ser viejo.
Frotamos bien y cuando nos quedemos satisfechos ya solo queda enjuagar bien con agua y secar. Yo el secado lo suelo hacer al aire porque es un coñazo secar todos los recovecos pero si os hace ilusión y os sobra el tiempo también podéis secarlo con un trapito que no suelte pelusilla o un par de hojas de papel de cocina.
Mientras se secaba aproveché para limpiar el cable con un trapo y alcohol ya que estaba tambien negro y daba un poco de asquete. Como podéis ver quedó muy bien.
Una vez seco todo solo queda montar el mando y disfrutar de lo limpito que ha quedado. La verdad es que para el poco esfuerzo que lleva la recompensa es brutal!
El antes y el despues en una sola foto, como los anuncios esos de perder peso, que les hacen la foto del despues, les hacen engordar 30 o 40 kilos y les echan las del antes :)
Esta ultima foto estaba dudando si ponerla o no porque la gente suele ser muy aprensiva pero al final he decidido que también forma parte de todo el proceso: comprar, limpiar y disfrutar... Ya venia muerta y salió a la superficie al echar la carcasa del mando en agua. No tengo ni la mas remota idea de donde estaba, pero estaba... Descansa en paz chiquitina :(
Hasta pronto!